La sociedad india está formada por diferentes comunidades, que conviven y colaboran entre ellas, pero que jamás se mezclarán entre sí. Por ello, conservarán sus costumbres, religión determinada, creencias, formas de ser, dominio de una profesión y ayuda entre los miembros de la casta o subcasta, a la que pertenecen desde hace milenios. De hecho, la casta dominante controla la economía de la aldea o pueblo, así como el poder político. El resto de las castas realizarán su labor agrícola o artesanal, sin mezclarse entre ellas. Imagen en la estación de autobuses de Hampi (Karnataka).